
Ya van mis corazones de camino para las manos de Marife, que seguro que estos dias recibira una lluvia de corazones en su correo ja ja ja, tengo ya ganas de ver la mantita terminada.
Cada uno de nosotros es como un ángel con una sola ala; sólo podemos volar si nos abrazamos a alguien. Nuestra querida Ana encontró la segunda ala que hará volar su corazón.
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